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sábado, 21 de noviembre de 2015

Momento jardinera





¿Hoy llega la glaciación? no se. Al parecer llovió por la noche, incluso hubo tormenta, yo no me enteré de nada. Dormí profundamente, parece ser.
Tres de tierra por uno de arena, esa es la mezcla adecuada según María para las crasas. Ayer empecé con el plan "Jardinería en acción". 
No acabo de ser una "Green Finger", hago lo que puedo pero no acabo de triunfar con mis plantas. No voy a decir que me da igual, porque sería mentir, pero no pienso cejar en mi empeño. A ver, tampoco digo que sea un desastre con ellas, las conozco peores, mucho peores, ¡jajaja!
Y yo me pregunto, ¿las "Green Finger" nacen o se hacen?. Yo conozco a tres, a mi madre, a mi amiga Luisa y a mi amiga María. Tienen plantas bellas, sanas, hermosas y jo, yo les pregunto que hacen e intento hacer lo mismo que ellas, pero los resultados no son los mismos. Miro, fisgo, observo, toco la tierra de sus plantas, abro armarios para ver si hay productos extraños y misteriosos...Luisa me dice que les canta, eso no me acaba de convencer. El secreto de mi madre tiene que ver con el riego, parece conocer a la perfección la necesidad de agua de cada planta, yo o las seco o las ahogo, bueno últimamente no mato tantas, todo sea dicho. Otro gran secreto es la luz. Las tres tienen casas muy luminosas. A veces cambian las plantas de sitio según las ven, qué se yo, misterios de las "green fingers". Pero yo también tengo una casa muy luminosa y bah, parece que aquí la luz no es de tanta calidad. En fin. 
Seguiré fisgando sus trucos e intentando descubrir sus secretos. Estoy empezando a pensar que hay cosas que no me cuentan. Quizá las "Green finger" tengan sus propias normas de transmisión de saberes, sus ritos de paso y quizá yo no estoy preparada aún para portar esos secretos. Bueno, son teorías, jeje!
Tengo que fotografiar sus jardines domésticos para que veáis la belleza.
Seguiré investigando.
Buen día!

Banda Sonora:



miércoles, 18 de noviembre de 2015

miércoles, 4 de noviembre de 2015

Una llama en el camino






Pues si, ahí en medio pastaba la llama. Yo me quedé mirando a la casa y la llama de obvia y de inesperada no me entró por los sentidos, quiero decir, no la veía. Empecé a oir: "¡la llama, la llama!", "¿pero de qué llama me hablas?" y ahí estaba la llama pastando tranquila y creo que ni se inmutó de nuestra presencia, no la vi nada molesta.
¿Y la casa? ¿qué me dices de la casa?. Es una casa de cuento, una casa que invita a soñar.
Luego nos fuimos a la búsqueda de chocolate con churros pero no los encontramos.
Fantástico día de otoño. Caminamos por el bosque de Cea y fue un paseo precioso. 

Banda Sonora:
The Space Lady


martes, 3 de noviembre de 2015

Cosas ricas: El turno de la berenjena




Hoy estoy muy vaga, además tengo una contractura en el hombro derecho que no acabo de curar y no me viene nada bien darle al teclado, por ello he decidido que no voy a escribir la receta del baba ganush, os voy a mandar directamente a la receta que seguí. Una vez más recurrí al Comidista :) De paso una receta de Hummus, Os animo encarecidamente a que hagáis baba ganush, es delicioso.
Mi hermano José, que lo hace bastante y le gusta mucho, le añade un yogur y también es muy rico. A mi como no me gusta abusar de los lácteos no se lo añado siempre. Con yogur o sin él es muy rico. 

Banda Sonora:
The Proclaimers


miércoles, 16 de septiembre de 2015

10 años de Libélula HUerta


La semana que viene la tenemos a tope de actividades. Hay mucho que celebrar. Son 10 años de trabajo, de tierra, de verduras ricas, de gentes del mundo, de nuevas amistades, de proyectos, de ilusión, de huerta, de buenas comidas, de agroecologia,  de conversaciones infinitas...¡Libélula huerta está de fiesta!
Aquí todas las actividades de la semana. Estáis invitados :)

Banda Sonora:

martes, 8 de septiembre de 2015

Adiós al estado vacacional infinito






Estoy torpe, aturdida, voy lenta, más de lo habitual y eso empieza a ser preocupante. Tengo resaca de agosto y creo que septiembre también me va a hacer pagar otra resaca, de otro tipo pero resaca.
Yo nunca tuve una facilidad tremenda para hablar, muchas veces me callo porque sé que me atasco, que no encuentro la palabra adecuada, lo que llaman el efecto punta de la lengua. Me pasa desde siempre pero últimamente estoy a tope con el asunto. Dicen que con la edad se agrava y eso me preocupa, no quiero quedarme incapaz tan pronto, jaja!
Según parece un adulto de educación media tiene en su vocabulario activo unas treinta mil palabras, ¡como para encontrar la palabra justa!. Usamos procesos de recuperación léxica totalmente automatizados y es obvio que a mi esos procesos me fallan de toda la vida, yo creo que nunca funcionaron en condiciones. ¿Cómo seleccionamos y producimos las palabras? Es un asunto complejo y hay varias teorías que pretenden explicar este tema. A los conexionistas les encanta dibujar "redes neuronales" como metáfora cerebral, nodos que se conectan o desconectan. que se activan o desactivan en función entre otras cosas de su uso. Estoy haciendo una simplificación supina, pero esto no es un estudio de psicología del lenguaje, una de las cosas más aburridas que me ha tocado estudiar. 
Mi problema, dicen, es un fallo en la activación fonológica una vez que se activa la representación semántica correspondiente, prefiero pensar que es por un exceso de demanda (le pasa también a muchos estudiantes), que por vejez. 
Y eso que nos hacemos mayores. El sábado tuve reunión familiar con mis primos, un clásico del verano. Ya no somos los jóvenes de antaño, las generaciones mozas ya ocupan el espacio que antes ocupábamos nosotros y nosotros el de nuestros padres, pero nosotros no nos lo acabamos de creer, nos sentimos aún jóvenes y nos cuesta ver a nuestros padres como abuelos, pero es así, el tiempo pasa inexorablemente y aunque me siento joven y me conserve bien, ya pasé de los cuarenta con todo lo que eso conlleva. 
La demanda o mejor dicho el exceso de demanda. Yo lo voy a llamar "tengo la cabeza como un bombo" de todo lo que quiero hacer o "no me centro ni de coña". Tanto ejercicio de atención plena, lo que antes se llamaba meditación en toda regla, !para nada! No, hay tiempo para todo, para estar centrada y para andar atolondrada, aunque esto segundo se me da bastante mejor. Ya sabemos que el verano llama al extravío. Parece que ahora va tocando un poco de orden y creo que necesito reconducir mi atención, por mi bien y el de los que me rodean. Hay que decir adiós por un tiempo al estado vacacional infinito.
Espero que esta gripe incipiente no vaya a mucho más y me ayude a ponerme un poco en mi sitio, lo que se suele llamar "centrarse". 
Buen día y al que le queden aún vacaciones que las disfrute y se abandone a ese estado maravilloso de abandono hedonista infinito.

Banda Sonora:
Lang Lang

miércoles, 5 de agosto de 2015

Pequeño vergel doméstico






Están creciendo a ritmo loco. Es cierto que las regaba poco, me di cuenta de este asunto el otro día. Ya me había dicho una amiga que las tenía muertas de sed pero yo no lo acababa de ver, siempre pensaba que las iba a matar por exceso de agua. La cosa es que últimamente las riego más y también os tengo que decir que ya cambiaron de casa otra vez, estamos de lo más aventurero, ellas y yo, y ahora viven en una terraza que estos días parece un solarium.
¡Viva el verano y el sol y las vacaciones y el ocio y andar en pijama hasta las cinco de la tarde y viajar y la playa!

Banda Sonora:

jueves, 9 de julio de 2015

Cosas ricas: picnic, tabuleh, cherrys y crema de calabacín y puerros




Yeah! llegaron los picnics, por fin!
La ensalada de cous-cous es deliciosa para estas ocasiones. Yo os voy a contar cómo hice esta. Por un lado deciros que no le añadí menta porque no tenía, pero creo que es importante echarla, importante pero no fundamental, porque sin menta estaba deliciosa igual.
Buscando por la red recetas de tabuleh me encuentro con que la gente hidrata el cous-cous con agua caliente o con caldo antes de añadirlo a la ensalada, yo no hago nada de eso, y comparando me gusta muchísimo más de esta otra manera. Os cuento:
Necesito:
Dos tazas de cous-cous, un pedazo de pimiento verde, otro de pimiento rojo, medio pepino, un tomate hermoso, una cebolleta, un limón y medio o dos, aceite de oliva y sal.
En una ensaladera vierto el cous-cous, insisto, crudo, según viene en el paquete y todas las verduras cortadas en pequeños cuadraditos. Remuevo bien, le añado un poco de sal, el zumo de un limón y un buen chorro de un rico aceite de oliva. Remuevo otra vez bien, lo tapo y a la nevera. 
En la nevera lo tendré por lo menos 3 horas. De vez en cuándo, si estoy en casa y puedo, voy y lo remuevo un poco.  Que no estoy en casa, pues no lo remuevo, que yo el otro día no lo removí hasta el final y quedó buenísimo.
Con el agua de las verduras, el limón y el aceite de oliva el cous-cous se hidrata más que de sobra, quedando suelto y absorviendo todo el sabor de los ingredientes.
Antes de servirlo le añado un poco más de zumo de limón y otro chorro de aceite de oliva. Ya sabéis, como siempre, al gusto. Hay que atreverse a probar.

La crema de verduras era de calabacín y puerros. ¿Porqué? Porque es época y en la huerta hay montañas. La crema la hizo Su. No se como la hizo pero estaba buenísima. Me pareció que estaba un pelín picante.
Por cierto, el otro día me enteré que hay una escala que mide el picante, la escala Scoville. Yo no aguanto el picante, me cae mal podría incluso decir, pero descubro últimamente que un pequeño toque, muy pequeño de picante le puede dar un punto de alegría al plato. Si el máximo de picante en esa escala es 15.000.000.000, yo tolero como mucho 500 o así, jajaja!

Bueno, finalmente nos llevamos una ensalada de pepino, que también empezamos a estar a tope en la huerta y unos tomates cherry, aliñados con aceite, sal y limón.
Tengo mis tomateras cherrys un poco abandonadas, tengo que ir a mirar para ellas :)

Banda Sonora:

miércoles, 17 de junio de 2015

Historias nocturnas y evocando a la agricultora

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Yo por la noche, digo cuándo salgo de noche, hablo por los codos. Todo es cuestión de épocas, porque hay otras veces que no estoy para hablar con nadie e incluso pienso cuándo estoy en un bar "¿Pero de que hablará la gente?", entonces cuándo llega este pensamiento me voy a mi casa, porque en esos casos es dónde mejor estoy. Pero no, ahora no estoy para irme a mi casa, ahora estoy para afuera. Es casi verano aunque no lo parezca, estoy de excelente humor y pronto llegarán las vacaciones.
Se trata de adaptarse al ritmo de la naturaleza, expansión, contracción. Dejar que las cosas pasen  tal y cómo se nos pongan delante. En general observo en mi y en los otros que no dejamos que ocurra esto, queremos controlar las cosas y que sean cuándo nosotros queremos. ¿Acaso nos creemos dioses mitológicos que hacen y deshacen a su gusto? o más bien ¿somos niños caprichosos que cogen perretas sin control? Yo me veo más bien en este segundo caso.
Que no quiero salir en meses, pues no salgo, que quiero salir todo el rato, pues salgo. Si uno se escucha y se deja estar se da cuenta que nada permanece, que todo cambia. Escuchar al cuerpo es dejarnos en paz y expresarnos.
Entonces cuándo estoy expansiva el tema que tengo es interminable y digo lo que pienso sin parar, menos mal que me da por ponerme positiva y verlo todo guapo, porque si me diera por lo contrario no se yo la que iba a armar. Un poco pesada me pongo, eso si, jajaja!
Me siento con mi amiga en el bordillo de la calle porque la noche es muy agradable y queremos fumar un cigarro y hablamos de que hemos hecho en la vida lo que nos ha dado la gana, que hacemos por vivir y sabemos lo que es el ocio, cosa que nuestros padres han vivido de otra manera. Nos sentimos con mucha suerte porque hemos viajado, nos divertimos y trabajamos más o menos de lo que nos gusta y eso es una suerte infinita, siempre y hoy en día más. Y así la noche continúa en divagaciones interminables con unas y con otros, con algún baile de por medio y algún sorbo de cerveza para refrescar y seguir animando la charla hasta casi por la mañana.
Hoy le dedico esta entrada a M, que ahora está menos expansiva. Ya sabes M, el ritmo de la naturaleza es el que es, no se puede forzar el crecimiento de una cebolla ni el de un calabacín, maduran cuándo les toca. Para nosotros es igual. Las cosas caen cuándo tienen que caer y caerán, eso seguro, porque nada se queda como está indefinidamente. Hay que evocar a nuestro aspecto de agricultora. El agricultor hace lo que tiene que hacer, en su justa medida, ni más ni menos, y espera paciente a que crezcan los frutos. A veces llega una tormenta y acaba con todo su trabajo, pero él sigue haciendo lo que tiene que hacer, no se desespera, porque sabe que al final recogerá el fruto. El que ara la tierra, planta, riega, quita las malas hierbas...al final recoge. Eso si, tiene que seguir cultivando para que todo siga creciendo :)

Banda Sonora:
Marehamu George Mukabi




lunes, 23 de marzo de 2015

Se buscan huerteras

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Huerta agroecológica desde ya hasta Octubre-Noviembre, ¿os apetece? Ahora puede ser el momento.
Interesados ponerse en contacto con libelula_huerta@yahoo.es y os contamos detalles :)
¡Animense! Lo pasaremos bien y comeremos mejor.
Para conocernos lo mejor es que nos visites, pero mientras tanto pásate por nuestro blog.

Banda Sonora:

lunes, 29 de septiembre de 2014

Proyecto artístico Casa Antonino (P.A.C.A.) I have a dream

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Vivimos en una escisión permanente. En el momento en que creímos que cuerpo y mente iban separados se lió parda y desde eso ya llovió, jeje! Cuándo enajenamos una parte de nosotros mismos siempre hay pérdidas, carencias, dolencias...
¿En que momento perdimos la unidad? ¿En qué momento empezamos a vernos incompletos?, preguntas complejas, lo se.
Rodeados de escisiones, viviendo en islotes sin conexión, lo urbano y lo rural no se han librado de esta ruptura insana. Mundos que se ignoran e incluso se desprecian; dependencias que se niegan e interconexiones latentes y subterráneas no reconocidas.
Pero la conciencia, la necesidad, los deseos de unidad, de tender puentes que abran puertas, amplíen fronteras, la creatividad y los anhelos de conocimiento y apertura, también ejercen su poder y se van haciendo fuertes y van tomando presencia. 
Tener sueños, creer en la utopía, no para llegar a ella sino como mapa y brújula del camino a recorrer.
 En el modelo de sociedad en que vivimos los sueños no caben y la utopía mucho menos, cabe la producción, la eficacia, el no perder el tiempo entendido como tiempo usado para ganar dinero. Tiempo perdido es el que no nos da dinero o previsión para ganarlo. Detesto la eficacia así entendida, detesto el concepto de triunfador como emprendedor que gana dinero, prefesionalizado a costa de haber vendido su alma al diablo, de haber perdido toda moral para ganar dinero, poder, estatus. Aquí todo vale, el sistema lo bendice y ya está. Puaj!
Todo esto me da por pensar...
Y bien, entre toda esa suciedad, ese ruido repugnante y embrutecedor dónde las almas se enajenan y la desensibilización es el pan de cada día, aparecen proyectos llenos de humanidad, alma, comunicación verdadera, comunidad...entonces aparece I have a dream.  Y eso pasa en casa Antonino.
En realidad I have a dream fue creado por la artista Shweta Bhattad y a partir de ahí empieza a recorrer el mundo, Italia, Taiwan, Japón, Holanda, Canadá, Gijón...para finalmente presentarse todo el material audiovisual creado, durante la Vancouver Biennale. Bueno, toda la información la tenéis aquí y también en su facebook, dónde podéis ver fotos del día de la siembra colectiva. Un día precioso dónde sembramos, compartimos saberes y comida, a la sombra de los manzanos disfrutamos de uno de los últimos días de verano. Habrá más encuentros para ver crecer lo sembrado, que no solo se siembran semillas, se siembran lazos, historias, proyectos, comunidades...

Banda Sonora:




jueves, 11 de septiembre de 2014

Las flores de Adri

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Hace años me dijo una medio santera en Cuba que tuviera siempre flores frescas en casa. Me contó muchas cosas que me dejaron con la boca abierta, otras no tanto, pero me dijo que las apuntara todas porque me iba a acordar de ella a lo largo de los años. No se donde tengo la libreta en la que  apunté aquel listado de cosas. La voy a buscar por curiosidad. Además como ando removiendo cosas en casa porque se avecina época de cambios es buen momento para rebuscar, recuperar tesoros y tirar lo que no vale. La cosa es que con el tema de las flores no le hice mucho caso a la mujer. Si, me encantan las flores, de vez en cuándo compro alguna y me encanta que me las regalen, pero no debe de estar muy de moda porque pocas veces ha ocurrido, jajaja!
Pues bueno, que las huertas a veces, no muchas, se las encuentra una llenas de flores. Cierto que siempre hay flores en las huertas, caléndulas, amapolas...pero lo de esta huerta era otra dimensión. Al lado de los pimientos, las fabes, los repollos estaba la maravillosa huerta de flores! No voy a daros nombres porque no me acuerdo de nada, solo me acuerdo de los girasoles y el amaranto que fue lo que me traje al hogar. La señora cubana estaría encantada si entrara hoy a mi casa :)
¡Pongan flores en su vida! Y en la mía también si se acuerdan ;)


Banda Sonora:



miércoles, 7 de mayo de 2014

Las comidas de los martes en Ca Libélula

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Hace unas semanas se inauguraron en Ca Libélula las comidas veganas de los martes.

El menú de hoy fue:
Lentejas estofadas salteadas con pimentón y cebolla tierna.
Rollitos de acelga con salsa umeboshi
Crepes de trigo sarraceno rellenos de paté de lentejas y pesto de rúcula
Natillas de avena y naranja

Todo estaba delicioso, riquísimo, nos lo comimos a la fresca y en muy buena compañía. Un gustazo!
Para asistir a las comidas hay que reservar con un poco de antelación enviando un mail a cualquiera de estas dos direcciones: libelulablog@gmail.com o nu76@hotmail.com, también podéis llamar al teléfono 663020740. La aportación es de 7€.
Hasta ahora siempre ha cocinado Nuria de Ágape Alimentación Consciente, pasaros por su facebook para conocer su proyecto un poco más.

Subir a Libélula también es parar,
 allí hay otro ritmo
ese ritmo lento que anhelamos muchos,
algo tranquilo y familiar.
Comida de temporada hecha con calma, con consciencia.
El ritmo de la Tierra
ese ritmo que a veces tanto cuesta encontrar.
:)

Banda Sonora:
Essex Green




miércoles, 29 de enero de 2014

Verde-Vacío

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Es bastante nueva para mi la sensación agradable de que no pase nada. En general soy bastante polvorín, siempre buscando algo que hacer. Esto me ha traído consecuencias a veces poco gratas, vamos, acelerarme más de la cuenta, ansiedad y angustia.
Algunos autores hablan del "vacío fértil", Paco Peñarrubia tituló uno de sus libros, "Terapia Gestalt: La vía del vacío fértil". Friedlander  ha hablado de la la indiferencia creativa, un punto cero al que prestar atención y de dónde surge una visión creativa hacia lo que somos. El Zen no ha dejado de hablar de esto, de animarnos a experimentar la nada, lugar paradójicamente de encuentro con uno mismo.
Parar, observar, dejar de lado las expectativas, vivir el aquí y ahora relacionándonos con lo que hay más que con lo ausente, ser lo que hay..."Rosa es una rosa es una rosa es una rosa", como escribió Gertrude Stein.
El perro no quiere ser otra cosa que perro, el viento sopla sin pensar hacia dónde va, las plantas crecen sin pensar en su objetivo...Son. 
Y entonces ocurre el milagro de que las cosas pasan. De que las cosas se dan.
Buen día queridas lectoras, esas personitas que os pasáis por aquí :)

Banda Sonora: