Mostrando entradas con la etiqueta Terapia Gestalt. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Terapia Gestalt. Mostrar todas las entradas

lunes, 16 de noviembre de 2015

Autorretrato (vergüenza, miedo y control)






El otro día me miré al espejo y me vi muy guapa, !venga, ahí queda eso¡
Toda mi vida he sido muy vergonzosa. Las mayores tragedias de mi vergüenza fueron en la adolescencia, ¡ay madre que vergüenza pasé!. Durante mi infancia también hubo para llenar unos cuántos sacos y de vez en cuándo todavía aparece dando fuerte.
Los halagos me avergüenzan de lo lindo y eso que ya los puedo escuchar, dejarlos entrar y hasta creérmelos. 
Me gusta hacer las cosas bien y ser buena en lo que hago y aquí también hay una cara oculta, si lo hago mal, pues no me gusta y me castigo, y si lo hago bien, a veces aparece la ¡VERGÜENZA!. Una cosa más con lo que no dejarme en paz. A veces incluso he preferido castigarme con reproches antes que tener que mostrarme y sentir vergüenza.
Como os digo esto ha cambiado bastante y voy en ese camino de darme permiso a mostrarme, con consciencia, diciendo aquí estoy, si, soy así, ni mejor ni peor, esto es lo que hay, a veces me gusto más y otras menos y no necesito machacarme cuándo me gusto menos ni avergonzarme cuándo me gusto más.
La vergüenza, junto con el miedo y el control son grandes desensibilizadores, a través de ellos nos lo ponemos difícil. Los usamos para interrumpir la experiencia, para interrumpir la acción. Para quedarnos a medias.
Con el control queremos dar forma a lo que todavía está en proceso, a lo que aún no está, vamos por delante de lo que no existe. El antídoto del control es la fluidez, permitirnos probar aunque nos salga una mierda. ¿Y si me animo a probar e incluso a hacerlo mal?
El antídoto del miedo podría ser el atrevimiento y el coraje. No se trata de negar el miedo, está ahi, ¿y si aun con miedo me atrevo un poco?
Tengo vergüenza porque tengo el alma a la vista y me siento vulnerable. Su antídoto es mostrarla, poner la vergüenza encima de la mesa y tampoco está nada mal un poco de exhibicionismo. Esto es lo que estoy haciendo hoy. Porque estoy cansada, como dice Emmanuel Carrère de ser como el barón Münchhausen "Me esforzaba, por supuesto, por salir de esta ciénaga de miedo, vanidad, de odio y preocupación por uno mismo, pero en mis esfuerzos me asemejaba al barón Münchhausen, que para salir de una ciénaga se tira de su propio pelo".
Yo elijo dejar de tirarme de mi propio pelo :)

Banda Sonora:

sábado, 25 de julio de 2015

De la nutrición y otras cosas


Este blog empezó siendo un lugar para colgar "mis labores", iba a decir para enseñarlas, pero eso es mucho decir ya que no tenía la menor idea de si alguien las iba a ver. Bueno, la cosa es que empezó por ahí, tapetes, cojines, muñecos, mantas...muy en la línea de la señora antigua que llevo dentro. Algún libro, alguna receta...
Como todo en la vida la cosa fue evolucionando y ahora ya no se de que va Mendruga, tampoco es que sea importante saber de que va, en realidad no tiene ninguna importancia, va de nada y de todo. Va de que me siento aquí delante y escribir me nutre, como me nutre la comida que como y que también aparece por aquí. Me nutre la gente con la que me relaciono, mis amigos, mi familia y también los que vienen y van como extras en una película, como personajes secundarios que aparecen en una escena y luego no vuelves a saber nada más de ellos, esos también son importantes, también dejan una huella si una está atenta y deja espacio para todo.
Me nutre la música que escucho, las películas que veo, los libros que leo, los sitios que visito, los paseos, las conversaciones, las opiniones, el silencio, la meditación, las risas compartidas y también los llantos, las cervezas tomadas con gusto y en buena compañía y en soledad, el sol, la lluvia, la huerta y la tierra.
Entonces parece que Mendruga va de las cosas con las que me nutro día a día.  
Nutrirse. A veces me doy cuenta de que no sé nutrirme, se me olvida, me abandono, me tiro a la basura, me maltrato, no me cuido, como si yo no fuera importante, la atención se dirige hacia fuera y yo dejo de importar, lo que siento, lo que necesito, dejo de ser consciente de mi espacio, no me habito, eso es, me abandono.
Vuelvo a mi y me nutro. Cocino, disfruto del cocinar y del comer; y voy a la huerta, y disfruto del regar y del recoger; leo, y disfruto del libro, del artículo....disfruto de mi soledad, de mi silencio, el otro está ahí, luego iré, me acercaré, sabiendo que puedo retirarme a mi, al hogar.
Una buena relación con el otro tiene que ver con saber retirarse. Contacto-retirada. No hay un contacto genuino y completo si no hay una buena retirada. Si no me retiro me quedo pegada al otro y yo desaparezco. Me quedo pegada a las necesidades del otro, a sus deseos y entonces vivo para el otro y yo desaparezco y ya no se quién soy y entonces aparecen los problemas, ¿sabéis de qué hablo o no os suena de nada?
Hablo de una pérdida del sentido del sí mismo, me adhiero al otro, a sus ideas, opiniones, valores...a los de la familia, el grupo de amigos, a las del partido político...lo que me sirva de referencia y sustituya mis propias referencias personales, llega un momento que ya no tengo ni idea de cuales son esas necesidades, no se lo que siento, me enajeno.
Para nutrirme en lo relacional necesito retirarme a mi, a mis necesidades, a mis emociones, a mis pensamientos, valores, ideales, a mi cuerpo.

"Tu salud se verá afectada si, día tras día, tú dices lo contrario de lo que sientes, si te humillas ante lo que te disgusta y te alegras con lo que no te trae más que desgracia. Nuestros sistema nervioso no es sólo una ficción, es parte de nuestro cuerpo físico, y nuestra alma existe en el espacio y está dentro de nosotros, como los dientes en nuestra boca. No puede ser por siempre violada impunemente"
Boris Pasternak en "Doctor Zhivago"

Volver a una a veces tiene sus complicaciones, sobre todo cuándo no sabemos a dónde volver, aparece el síntoma, el sufrimiento. Hay caminos, en nuestra mano está empezar a recorrerlos.

Cosas con las que nutrirme:
- Una buena lectura: Historia del mundo en diez capítulos y medio de Julian Barnes
- Un buen blog de las cosas que pasan en el mundo: GUERRA ETERNA
- Una canción preciosa: Mree "Goodnight & Goodbye"
- Una gran película: Ida , Pawel Pawlikowski
- Una deliciosa crema fría: Vichyssoise de zanahoria
- Expresionismo alemán y Tim Burton
-Un recortable: The Human Body

martes, 14 de julio de 2015

Trío



A mi el tres no me parece un mal número.
En el trío se da un espacio muy claro para que aparezca la ansiedad del excluído por ser el tercero. Dice Paco Peñarrubia que la tríada es el espacio genuino del conflicto.
Yo tengo muchas experiencias de tríos de amistad, no en todos los casos ha salido bien el asunto, pero en muchos otros funciona bien. Tres amigas con un espacio común de tres y eso no quita, y a mi me parece fundamental, que existan espacios propios en pareja de quién conforma de algún modo el trío. La triada aunque subjetivamente está, no siempre tiene que estar de una forma práctica. Usos y prácticas de sanidad emocional, creo yo. 
Otra cosa es el trío sexual, pero yo no pretendo hablar aquí de mi vida sexual, por ahora no me apetece. Otra cosa y la misma. Tres personas en relación que comparten sexo y Adam Thirlwell describe de una manera sencilla la ansiedad del excluído en "Politica", su primera novela. Pone en palabras los miedos y angustias que a cada personaje se le pasan por la cabeza en ese momento íntimo de practicar sexo de tres, que yo creo que muchas veces no es sexo de tres, sino sexo de dos y otro que acompaña, pero eso es otro asunto.
En pareja aparece la angustia de la fusión, ese perderse en el otro, ese ser uno y al final no saber quién es quién, perder toda autonomía y un día ya no sabemos quiénes somos y nos sentimos perdidos sin el otro. Así para mi la pareja no funciona, me ahoga. Pero es que librarse de estas cosas no es un tema fácil y hay que estar muy atenta.
La ansiedad de la exclusión aparece en los tríos y también en grupos más amplios. De nuevo una no puede dejar de atender a qué necesita, a dónde está, a cual es el fin del grupo al que pertenece y dónde queda el grupo, dónde queda la propia individualidad y dónde quedan las relaciones íntimas con cada miembro del grupo. Sin individualidad me pierdo en el grupo, confluyo como diríamos los gestaltistas y me olvido de mi misma. Y ahí empieza el conflicto.
Sostener la angustia, el abandono, el no saber, en muchas ocasiones nos ayuda a ver y poder recolocar las cosas de otra manera. Es cierto eso de que la luz entra por la herida. La herida del vacío, del abandono, de la necesidad loca de sentirnos queridos casi a cualquier precio, pagando el precio de dejar de ser quién somos, muy gordo, si!
Vale, pues así es, miro mi herida, siento lo que me duele, la reconozco y la vuelvo a reconocer...es el primer paso, darme cuenta de que está. Luego ya pasamos a otros asuntos, que no deja de ser un estar constantemente atento y un darme cuenta perpetuo.

P.D.: En las fotos parece otono o invierno, pero no, es el otro día en plena mañana de montaña asturiana. Mientras el resto de España se achicharra, dicen que hay ola de calor pero yo no me lo creo, jajaja!, aquí vamos sobreviviendo al verano, llevando en la mochila el bikini y el forro polar. Todas las estaciones en un fin de semana.

Banda Sonora:


martes, 7 de julio de 2015

La prueba infinita


DSC_0212 DSC_0056
Hoy no se si soñé con cocodrilos o con dragones. El último capítulo de Juego de Tronos me dejó impresionada, me daba cuenta como los ojos se me abrían más y más y poco a poco y no podía volver a un gesto relajado. Mi hermana me había pedido que le escribiera en cuánto terminara de verlo para conocer mi reacción. Y mi reacción fue: NOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO!
Lo único que se es que soñé con escamas, muchas, grandes y duras y se que no eran de pez. Eran de algún animal grande.
Tengo un pequeño nudo en el estómago desde hace un par de dias, cosas de la vida, nada grave. Y tengo un calabacín recién recogido de la huerta y esto me pone muy contenta, ver como empiezan a salir frutos de la tierra trabajada. 
Respecto al nudo en el estómago estoy a ver si me amigo con él. Es como si tuviera ahí metida una cuerda gorda y grande, con un nudo bien contundente. Con mi respiración estoy intentando moverla, la cuerda digo, el nudo digo, si, ahora mismo, escribo y respiro, pienso y respiro conscientemente, bebo un sorbo de café y vuelvo a prestar atención a la respiración. Muchas veces, muchísimas, esto me sirve. La respiración me devuelve a mi misma, me devuelve porque a veces me pierdo y me abandono, y la respiración me trae a mi una y otra vez. 
¿Y que hay mejor cosa que volver a sí una y otra vez? Esto es como una prueba infinita porque continuamente nos vamos de nosotros mismos, nos abandonamos, queriendo agradar a los otros, intentando hacer más de lo que nos es humanamente posible, no descansando, viviendo desde la cabeza más que desde la tripa, desde la necesidad, corriendo de un lado para otro en busca de una satisfacción que nunca llega, porque la atención no está bien dirigida. Busco algo que me llene, nada me satisface.
Volver a mi pasa por pararme a respirar conscientemente. Dejar que mi cuerpo se oxigene, pare, escuche su ritmo, sería algo así como una metaescucha. Y ahí, de repente, aparece un estado de calma y de bienestar casi inesperado. Porque una de las claves es parar, respirar sin objetivos, sin esperar nada.
Y de las escamas míticas he pasado a la respiración consciente. 
Buen día!

Banda Sonora:
Ben Lukas Boysen



martes, 2 de junio de 2015

No quiero

DSC_0610 DSC_0561 DSC_0656

Mi ordenador se está volviendo totalmente loco, qué digo, no se está volviendo loco, está agonizando, muriendo, le queda un último suspiro.
Editar una foto es una agonía, escribir un párrafo un baile de letras, abrir una página una eternidad, además de generar todo el rato un ruido sordo y monótono que sale de unas entrañas que no quieren trabajar más.
No me llevo nada bien con los ordenadores y peor aún con uno que ya no da para más.
Pincho para ordenar el texto y las fotos empiezan a desaparecer, ¿dónde han ido? no tengo ni idea. 
Conclusión: tengo que visitar una tienda de ordenadores y eso me pone de un humor de perros.
No se nada de ordenadores y lo peor de todo es que no quiero saber nada. Sería bueno saber algo, saber qué quieres comprar, qué características tiene que tener un ordenador para que me sirva para lo que yo necesito, qué marcas dan buen resultado, yo que se!..pero no, no quiero saber y digo que no quiero porque aunque ponga interés, ese interés me dura como treinta segundos. De ello saco que el interés es falso, no puede ser de otro modo, digo yo. Me pasa con unas cuántas cosas y muchas, tienen que ver con la tecnología y con internet, pero también encuentro este mecanismo en otras aspectos de mi vida, pongo falso interés y luego me frustro previo aburrimiento. 
Todo esto me hace pensar en esta frase de Fritz Perls: "Intentar es mentir. Lo intentaré quiere decir que no tienes intención seria de hacerlo. Si de veras piensas hacerlo, di: lo haré; y sino, di: no lo haré. Hay que hablar claro para pensar claro y obrar claro"
Cuántos "lo intentaré" ha habido y hay en mi vida, cuántos "no puedo", que viene a ser casi lo mismo. Al final, si soy honesta y me atrevo a reconocerlo ahí detrás aparecen muchos "no quiero hacerlo".Y parece que a veces toca ser clara y me digo, coraje! dí la verdad, si no quieres no quieres, y si quieres pues lo haces y punto y si no deja de perder energía con toda esa mierda de lo intentaré. 
Voy a ver si aprendo :)
Pues buenas noches. 

Banda Sonora:

miércoles, 6 de mayo de 2015

Haciendo lo que nos da la gana

417888_10200496070956831_942522174_n

Soy una mujer y por cosas de la vida trabajo rodeada casi siempre por mujeres, mujeres con ganas de crecer y de conocerse.
Me gusta rodearme de mujeres poderosas y el tema es que todas somos poderosas lo que pasa es que no nos damos cuenta. Cada una tiene un poder, es posible que tengamos más desarrollado un aspecto que otro.  Somos multitud.  Facetas que nos componen, la fuerza de Atenea, la alegría de Afrodita, la entrega de Hera y el poder de transformación de Perséfone entre otros. Todas esas diosas están dentro de nosotras, solo hay que despertarlas, mirarlas, dejar que nos habiten y ver-sentir qué pasa.
Es cierto que históricamente no lo hemos tenido fácil y ando con esto cabreada, porque estamos en pleno siglo XXI y hay cosas que cambian a la velocidad de la pulga. Un poco que se observe a nuestro alrededor vemos como aún se nos premia o se nos castiga por abrazar o rechazar los papeles estereotipados socialmente aceptados.
Llevo años sintiéndome mirada por hombres y también por algunas mujeres que se han atrevido, y yo les he dejado, a juzgar mi manera de ser mujer, de ser femenina, ¿qué narices es eso?¿cómo se han atrevido? ¿cómo les he dejado?
Desde aquí les mando a todos a la mierda, !es lo que hay!
Lean esta cita que a continuación transcribo y díganme si alguien se siente identificada, yo desde luego si:
"La feminidad: puta hipocresía. El arte de ser servil, podemos llamarlo seducción y de hacer de ello un asunto de glamur. En general, se trata simplemente de acostumbrarse a comportarse como alguien inferior. Entrar en una habitación, mirar a ver si hay hombres y querer gustarles. No hablar demasiado alto, no expresarse en un tono demasiado autoritario, no hablar de dinero. No querer tomar el poder. No querer ocupar un puesto de autoridad. No buscar el prestigio. No reírse demasiado fuerte. No ser demasiado graciosa. Gustar a los hombres es un arte complicado, que exige que borremos todo aquello que tiene que ver con el dominio de la potencia. 
...Estar acomplejada he ahí algo femenino, eclipsada. Escuchar bien lo que te dicen. No brillar por tu inteligencia. Tener la cultura justa para poder entender lo que un guaperas tiene que contarte. Charlar es femenino. Todo lo que no deja huella. Todo lo doméstico se vuelve a hacer cada día. No lleva nombre. Ni los grandes discursos, ni los grandes libros ni las grandes cosas. Las cosas pequeñas, las monadas. Femeninas. Pero beber: viril. Tener amigos: viril. Ganar mucha pasta: viril. Tener un coche: viril. Andar como te dé la gana: viril. Querer follar con mucha gente: viril. Responder con brutalidad a algo que te amenaza: viril. No perder el tiempo en arreglarse por las mañanas: viril. Llevar ropa práctica: viril. Todas las cosas divertidas son viriles, todo lo que hace que ganes terreno es viril. Eso no ha cambiado tanto en cuarenta años"
Virgine Despentes en "Teoría King Kong"

Se acepta que seamos entregadas, que cuidemos y tengamos en cuenta los deseos de los demás antes que los nuestros porque somos madres. Estoy rodeada de mujeres que han vivido su vida para el otro y que al querer empezar a vivir para sí mismas se sienten culpables y llenas de miedo. Desean vivir para sí pero no saben cómo hacerlo.
Ya no gusta tanto que seamos agresivas y nos atrevamos a caminar por el inframundo, que seamos independientes, autónomas y que vayamos directas a por nuestros deseos, que nos atrevamos a jugar y a vivir desde el placer haciendo lo que nos da la gana, dando rienda suelta a nuestra sexualidad sin tapujos; que estemos en el caos y en el vacío, en el no saber, fuera del cuidado del hogar y de la familia. 
A veces no es fácil luchar y atreverse en un entorno hostil dónde se nos señala por infringir las normas. Este es un asunto individual, como todos los grandes cambios, pero también es un asunto externo y social, no se puede olvidar porque al olvidarlo nos cargamos con mucha responsabilidad, una responsabilidad que no solo es nuestra.
Todo esto lo desarrolla Mireia Darder en su libro "Nacidas para el placer". Ella centra su discurso en cómo tomar el poder a través de una sexualidad libre y sin represión, cada una la que sienta y necesite. Buena lectura de primavera :)
!Buena tarde mujeres valientes!

Banda Sonora:
La Femme


viernes, 6 de febrero de 2015

Las cosas que no existen

IMG_2941 IMG_3091 IMG_2761-horz IMG_2944 IMG_2785 IMG_3393

Ni creo que cualquier pasado fue mejor, ni creo que estemos en el mejor de los mundos posibles, todo está por construir. 
Dicen que la depresión es un exceso de pasado y la ansiedad un exceso de futuro, la cosa está en no vivir el presente. Yo me identifico más bien con el segundo de los casos, el miedo a lo que pasará, la desconfianza en el futuro, el miedo a si no voy a poder, el miedo a la muerte... Todo pura ilusión y mentira, porque el futuro no existe.
Otros se quedan enganchados en lo que hicieron, dándole vueltas a lo que tendrían que haber hecho, dicho o no dicho, más mentira, porque el pasado tampoco existe. Ojalá pudiera vivir mi posible futuro y digo posible porque quizá no haya futuro, como vivo el pasado, con sincera aceptación, sin remordimientos ni angustias, porque siento que fue lo que fue y lo que hice o dejé de hacer fue lo que pude hacer, ni más ni menos. Como veis ahí me engancho a lo que invento, un futuro inventado de mentira. 
El asunto es vivir la experiencia, algo que aunque parece mentira, cuesta. La experiencia ocurre en el aquí y ahora, nada más. A veces todo va tan rápido que aunque consigamos quedarnos en el aquí, podríamos preguntarnos y ¿dónde está el ahora?.
Pararse, algo tan fácil de decir y tan difícil de hacer. Aparece vértigo, aburrimiento, miedo, susto...interrupciones a la experiencia de estar con nosotros mismos, interrupciones que nos impiden llegar a la calma, sin pasado, sin futuro, sin expectativas, ni objetivos, ni "deberías".
En fin, voy a dormir la siesta en calma, después de haberme parado a ver fotos de un buen pasado por allí cerca del mar Caribe :) Me ha hecho mucha ilusión recuperar estas fotos del 2009 hechas con una cámara compacta de bolsillo que fue una gran compañera de viaje:)
Buena tarde!


Banda Sonora: