Está siendo un verano muy casero, desde luego nada parecido a lo que había pensado. A estas alturas creí que mis post iban a estar llenos de imágenes de paseos, playas, camping, merendolas en el prao, cervecitas con los amigos...pero no, son post caseros, post entre cuatro paredes.
Los últimos 6 meses no han sido nada fáciles, por no echar la vista aún más atrás, y creo que mi cuerpo ha dicho basta. Asi me encuentro, mirando el verano desde la ventana, buscando cosas que hacer en casa que no me agoten, recibiendo todas las visitas que puedo, leyendo y viendo pelis (por cierto, he vuelto a ver la trilogía del Sr, de los Anillos y he disfrutado de nuevo como una enana) , intentando mantener el ánimo y ahora, si voy recuperando, ponerme a estudiar.
"Se sabe que el bienestar no depende tanto de los hechos en sí mismos como de una actitud. Ya lo decía Epícteto: No son los hechos los que nos inquietan, sino nuestras opiniones y vivencias de los mismos", bien lo explica Joan Garriga en su libro Vivir en el Alma. Puedo estar en casa malita y con poca energía y aún así, buscar inspiración y disfrutar de las cosas pequeñas y cotidianas que me rodean y que a veces con el trajín no me paro en ellas.
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