viernes, 4 de mayo de 2012

Pequeños-grandes momentos


Ayer me tocó ir de viaje, cinco horas en el tren. Y para este rato había reservado el último disco de Beach House. Sentarme en el tren, ponerme cómoda descalzandome y con un poco de suerte, quizá el asiento de al lado estuviera libre, así fue...y abandonarme a su primera escucha. 
En estos tiempos en los que ver la tv o leer los periódicos es realmente una agonía, en estos momentos en los que la derecha y el capital pretenden marcar el pulso de la vida, en estos momentos en los que se criminaliza a los jóvenes que se quejan, a los que queremos un futuro digno, a los que pedimos una educación pública de calidad, a los que no se quieren ir de sus casas por culpa de políticas abusivas de los bancos, los que gimen por el derecho al trabajo, los que gritan y exigen una sanidad pública de calidad, dónde no se niegue el derecho a su uso a los que menos tienen, a los que vienen de otros lugares buscando una vida mejor, como haríamos todos si nos tocara...en fin, que la cosa está que arde y a veces es difícil encontrar momentos de placer, de disfrute, momentos sencillos sin preocupaciones. 
Y eso quería yo.
Pequeños-grandes momentos en los que por unos instantes todo se vuelve extraordinario.
¡Viva la música!
¡Viva la Vida!

3 comentarios:

  1. Gracias Carmen :) ¿Cómo llevas los estudios?
    Menuda musicaza que nos pones! :)

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  2. Pues ahí voy, no ye fácil, ni estudiar todos los días ni el cambio de vida, pero contenta y con ganas.

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  3. Estoy totalmente de acuerdo contigo Carmen,no había escuchado lo nuevo de Beach House, y me encanto, saludos... buen fin de semana !

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