Este mes tengo unas cuantas cosas que hacer.
Por fin liberada, solo por unos días eso si, de los libros, puedo pensar en el verano, puedo pensar en pasarme el día sin hacer nada, puedo pensar en pasarme toda la tarde leyendo una novela o en irme unos días al monte. Puedo pensar en el mercadillo.
Si, segunda edición, que el tiempo vuela. Ya pasó un año.
Con la idea de pasarlo bien, deshacernos de cosas que no necesitamos y que quizá alguien pueda volver a usar o encontrar alguna ganga, se nos ocurrió la idea de hacer un mercadillo en el barrio.
Este es el cartel de este año que hizo Mybro, si, la de la Mybrococina.
!Animo a todo el mundo a que se pase¡
Banda Sonora:
Qué lindo y una buena oportunidad para que otros consigan a buen precio algo que necesitan.
ResponderEliminarEs una especie de venta de garage pero comunal no?
Acà no se podría hacer porque nos robarían todo antes de que pudiéramos vender algo :(... es tan triste.
Suerte!
Si, creo que es eso que dices, una venta de garage comunal, me gustó ese concepto.
EliminarEs una pena que el tema de la seguridad por allá esté tan mal. Las dos veces que estuve en Buenos Aires no noté nada a nivel personal, pero todo el mundo me estaba recordando continuamente que tuviera cuidado, que no anduviera por aquí o por allá, los horarios... Es triste.
El año pasado lo pasamos genial y tuvimos un día de sol expléndido. Espero que este año sea parecido.
:)
Pues yo aqui, en Gran Canaria, tengo la sensación de que todo el mundo vive de fábula. Tenia más 500 libros así que decidí que ya era hora de sacar algunos (con mucho dolor de corazón , la verdad)para hacer algo de espacio en mis 40m2. De la biblioteca me echaron con cajas destempladas que si ya estaban hartos de recoger libros que si tal...Luego me fui a librerias de 2ª mano por si los querían recoger (ni siquiera venderlos).Pues tampoco...que si no tengo sitio, que si no salen...Por último, puse un anuncio en facebook en un grupo que se llama Regálalo si no lo necesitas y bueno, vinieron a buscarlos, por fin.
ResponderEliminarCon la ropa, tres cuartos de lo mismo. Cuando Kroft murió decidi dar la mayoria de su ropa a Caritas. Vamossssssssss...Caritas o se la llevas a la misma puerta o ni se digna.Las demás organizaciones, por el estilo. Y las que iban a buscarla era para revenderla y no me daba la gana (y no digo de la mia, que terminé por dejarla en un punto limpio...)
Ainsss...
Tienes toda la razón. A mí me parece que las noticias del telediario y la calle no son del mismo país. Estamos en una espiral de locura absurda.
EliminarYo hace muchos años que no me deshago de cantidades grandes de ropa, porque reutilizo las telas. Pero este año he decidido quitar cosas de delante y hacer espacio. El caso es que llevo semanas con unas bolsas a la espera de decidir qué hago con ellas, porque veo que me voy a encontrar con todo lo que me dices. En algunos momentos me dan tentaciones de llevarlas directamente a la basura...
Yo quiero :D
ResponderEliminarTengo tantisimas cosas que podría vender :D
En fin, mucha suerte con el mercadillo, saludos.
Besos.
fotos fotos!!! haber que tal va la compraventa! vaya, movida lo de sara, y lo de alter sin comentarios!
ResponderEliminaroyes, vaya descubrimiento la de Mybro! haber si así me animo a cocinar, las cocinitas que tiene tienen todo una pinta!!!
Sara: Si, a veces pasa que nos sabes dónde llevar las cosas viejas. Yo se las llevo a los traperos de Emaus, pero claro, se las cedes y ellos luego las venden. A mi me parece bien, venden las cosas muy baratas y es una gente maja.
ResponderEliminarGabrielle: Venteeeee! ¿Estas lejos, eh? Tendrás tu mercadillos de alguna manera.
Amaia: Si, la Mybro mola muchísimo, hace cosas muy ricas y relativamente fáciles.
Besos para todas
Que buena idea la del mercadillo! que vendan cosas interesantes, y les sea de provehco. beso
ResponderEliminarMe parece una idea estupenda. Una de las pocas cosas que me gustan de los norteamericanos es que hacen cosas como ésta (o los garage sale, en su caso) y que no les da vergüenza llevarse la comida que no se comen en los restaurantes. Yo creía que aquí, con la crisis, íbamos a cambiar nuestra mentalidad de consumismo, pero con la historia de Sara y lo que sigo viendo por la calle, ya no lo tengo tan claro.
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