Va a llegar el verano, dicen, y yo digo que aún no me quité los leotardos y que la temperatura es más bien primaveral y el sol brilla por su ausencia.
El tiempo. El clima. Es obvio que me hago mayor, no solo por esto, claro. El tema del tiempo. Ya no somos los de antes, cuándo nos daba igual que lloviera siempre, que no se pudiera ir a la playa, que el agua del mar estuviera congelada. Cada vez más personas a mi alrededor, por unos motivos o por otros, se quejan y me cuentan cómo notan que este clima tendente al gris y a la humedad les empieza a afectar a su estado de ánimo. Ya nos vemos retirados en Benidorm.
Y yo quizá para poder conformarme con más gusto pienso en que si llueve la huerta se riega sola y no tengo que ir a regar, también pienso estos días, por motivo de un libro que estoy leyendo que hay lugares en el mundo mucho más fríos e inhóspitos. Las noches frías de Moscú dónde apenas hay un sitio medio templado para refugiarse, buf! Yo ahí moriría de frío de forma inmediata.
En fin, que llega el verano y con él, los picnics al sol o al gris del cielo, que se yo, que hay que estar preparada para todo.
Estas tortillas son una buena opción para esos planes.
Ultimamente cocino más, creo que esto es síntoma de salud, jeje! Lo que pasa ahora es que no hago fotos y entonces no hay entrada. Que está visto que todo no se puede.
Bueno allá va la receta. Fácil facilísima.
Necesito: Una berenjena, un pepino, medio vaso de bebida de soja, medio vaso de aceite de oliva, un ramillete de menta, un poco de sal, cinco o seis tortillas de trigo.
Corto lo berenjena en rodajas, las salo y las dejo reposar.
Corto el pepino también en rodajas.
Las rodajas de berenjena las paso por la plancha con un poquitín de aceite de oliva. Las voy retirando de la sartén y las pongo en un plato con papel absorvente de cocina para que suelten el aceite sobrante.
Para preparar la veganesa pongo en un vaso de batidora medio vaso de bebida de soja tibio, he observado que si la añado fría, recién sacada de la nevera, es muy probable que la salsa se corte o no coja la textura deseada. Añado también la misma cantidad de aceite de oliva y un pellizco de sal y bato.
Corto las hojas de menta en tiras finas y lo añado a la salsa anterior.
Cojo una tortilla, le pongo una capa de esta salsa, otra capa de la berenjena pasada por la sartén y otra de pepino, este va crudo. Enrollo y corto en dos y lo voy poniendo en un plato para servir.
Es un rollito muy cómodo para comer con la mano y se come frío, por eso para los picnics me parece estupendo.
Buen provecho.
Necesito: Una berenjena, un pepino, medio vaso de bebida de soja, medio vaso de aceite de oliva, un ramillete de menta, un poco de sal, cinco o seis tortillas de trigo.
Corto lo berenjena en rodajas, las salo y las dejo reposar.
Corto el pepino también en rodajas.
Las rodajas de berenjena las paso por la plancha con un poquitín de aceite de oliva. Las voy retirando de la sartén y las pongo en un plato con papel absorvente de cocina para que suelten el aceite sobrante.
Para preparar la veganesa pongo en un vaso de batidora medio vaso de bebida de soja tibio, he observado que si la añado fría, recién sacada de la nevera, es muy probable que la salsa se corte o no coja la textura deseada. Añado también la misma cantidad de aceite de oliva y un pellizco de sal y bato.
Corto las hojas de menta en tiras finas y lo añado a la salsa anterior.
Cojo una tortilla, le pongo una capa de esta salsa, otra capa de la berenjena pasada por la sartén y otra de pepino, este va crudo. Enrollo y corto en dos y lo voy poniendo en un plato para servir.
Es un rollito muy cómodo para comer con la mano y se come frío, por eso para los picnics me parece estupendo.
Buen provecho.
Banda Sonora:
Será que se nos van notando los años, o no...yo creo que nunca he aguantado el frío y como tu cuando lo siento como ahora, en este lado del mundo pienso en que hay lugares peores.
ResponderEliminarAdoro las berenjenas, me apunto la receta.
Ya llegara el sol con ganas.
Bss
Me encantó!. Gracias por compartirla!!
ResponderEliminarTambién creo que con os años nos aumenta la sensibilidad al frío. Y a los ruidos. Yo no sé si me veo en Benidorm, ;) pero sí en un rincón aisladísimo de Lanzarote, o Formentera, o algo así...
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