Pasear por los mercadillos, por los rastrillos, las tiendas de segunda mano...
Creo que este va a ser un tema recurrente en este blog, uno porque me encanta y dos, porque ahora más que nunca hay que reivindicar las cosas viejas. Está visto que este sistema económico no funciona, los únicos que pueden hacer crítica a esta aseveración son los ricos, los que tienen demasiado, habría que ver a costa de qué...¿Para qué criticar un sistema del que son los únicos beneficiados?¿Para qué querer cambiarlo?
Reivindico desde aquí el
decrecimiento:
“Más que construir una sociedad alternativa concreta, el
decrecimiento
implica desaprender, desprenderse de un modo de vida equivocado,
incompatible con el planeta. Se trata de buscar nuevas formas de
socialización, de organización social y económica. Posibles caminos que
Serge Latouche […] intenta resumir de manera gráfica y parcialmente en
su programa de las 8 R: Revaluar (revisar nuestros valores: cooperación
vs competencia, altruismo vs egoísmo, etc.); Recontextualizar
(modificar nuestras formas de conceptualizar la realidad, evidenciando
la construcción social de la pobreza, de la escasez, etc.);
Reestructurar (adaptar las estructuras económicas y productivas al
cambio de valores); Relocalizar (sustentar la producción y el consumo
esencialmente a escala local); Redistribuir (el acceso a recursos
naturales y las riquezas); Reducir (limitar el consumo a la capacidad
de carga de la biosfera); Reutilizar (contra el consumismo, tender
hacia bienes durables y a su reparación y conservación); Reciclar (en
todas nuestras actividades)”.
Banda Sonora: