El centro de Madrid creo que ya no es una ciudad, es un gran parque de atracciones o un inmenso centro comercial. Caminar desde la
Plaza de Jacinto Benavente hasta Gran Vía es una aventura agotadora entre miles de personas entrando y saliendo de las tiendas, abiertas en domingo, por supuesto; paradas en Sol de charla o mirando al teatro de turno, que derecho tienen, otra cosa es que me apetezca a mi participar de todo ese festival. También es fácil que te encuentres 7 u 8 coches de la policía con sus respectivos ocupantes haciendo nada, se deben de pensar muy decorativos.
Lo de la policía en Madrid es digno de comentar. En Lavapiés hacen un teatro detrás de otro, que casualidad siendo Lavapiés un barrio multiracial y humilde. Es fácil estar sentada en una terraza comiendo o tomando una caña y que empiecen a aparecer un coche de policía y otro, y otro más, y otro, qué se yo! 5, 6! salen de sus coches con caras de gente muy enfadada, remueven de acá para allá sus porras, son muy serios, si! parecen listos, jajajaja! Miran, parece que no ven nada, suben y bajan la calle, la gente mira, nadie ve nada...y se van. Bien, la obra de teatro fue una mierda pero debe de ser efectista. No son dos ni tres veces las que me toca ver una representación de este tipo, para la que no he comprado entrada y no vivo en Madrid, es decir, que voy de vez en cuándo a pasearme y muchas veces me toca, buf!
Madrid me encanta, pero he de decir que el centro cada vez está menos transitable. Gente, ruido, suciedad...se está haciendo poco habitable e incluso poco visitable :(
Pues eso, que de vez en cuándo me gusta mirar para arriba cuándo camino por la calle, que en Madrid camino mucho, y encontrar calma a ese trajín infinito de gran centro comercial.